Laparoscopia
Sus preguntas frecuentes
¿Cuáles son las ventajas frente a la cirugía abierta?
La laparoscopia también se realiza con anestesia general. Sin embargo, gracias a la cirugía miniinvasiva (incisiones de pocos milímetros), la recuperación suele ser rápida y el dolor postoperatorio limitado. La laparoscopia reduce las cicatrices, disminuye el riesgo de adherencias, favorece una reincorporación más rápida a las actividades cotidianas y limita la duración de la estancia hospitalaria.
La laparoscopia también se realiza con anestesia general.
¿Qué patologías pueden diagnosticarse o tratarse por laparoscopia?
En ginecología, la laparoscopia está indicada en el tratamiento de la endometriosis, para la extirpación de quistes ováricos o determinados fibromas uterinos, así como para el tratamiento de embarazos ectópicos. También se utiliza para la liberación de adherencias pélvicas, la evaluación de la infertilidad, así como para procedimientos más extensos como la histerectomía o la promontofijación en el contexto del prolapso.
¿Cuál es la duración media de una operación laparoscópica?
La duración de una laparoscopia varía en función del tipo de intervención realizada. Una laparoscopia diagnóstica dura una media de 20 a 30 minutos, mientras que una intervención quirúrgica (por ejemplo, para un quiste ovárico, una endometriosis o una histerectomía) puede durar entre 1 y 3 horas. La duración de la intervención depende de la complejidad de la patología y del procedimiento quirúrgico previsto.
La duración de la intervención depende de la complejidad de la patología y del procedimiento quirúrgico previsto.
¿Cuándo se recomienda el uso de un manipulador uterino?
El manipulador uterino es un dispositivo utilizado en laparoscopia para movilizar el útero y proporcionar una mejor visibilidad de los órganos pélvicos. Su uso es especialmente útil en el tratamiento de la endometriosis profunda, en la cirugía de los fibromas uterinos, durante las histerectomías o incluso en la exploración de la infertilidad. Al permitir desplazar el útero de forma controlada, facilita la visión, el acceso quirúrgico y mejora la precisión de los gestos operatorios.
Traumatología.
Laparoscopia, un abordaje quirúrgico mínimamente invasivo
La laparoscopia, también conocida como celioscopia, es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite la exploración de la cavidad abdominal o pélvica y la intervención en diversos órganos: digestivos (hígado, colon, vesícula biliar, etc.), reproductivos (útero, ovarios, trompas de Falopio) o urinarios. Se basa en el principio de acceder a los órganos mediante pequeñas incisiones cutáneas, generalmente de 5 a 10 mm, a través de las cuales se insertan una cámara e instrumental específico. Para crear un espacio de trabajo y garantizar una visibilidad óptima, se distiende la cavidad abdominal mediante un gas, generalmente CO₂, insuflado a presión controlada. Este proceso permite al cirujano visualizar los órganos sin comprimirlos y manipular el instrumental con seguridad.
El procedimiento requiere equipo especializado que incluye:
- Trócares que sirven como puntos de acceso para la inserción de instrumentos,
- Un laparoscopio conectado a un sistema de imágenes de alta definición que proporciona una imagen ampliada y precisa de la cavidad abdominal en una pantalla,
- Instrumental quirúrgico adaptado a los diferentes procedimientos quirúrgicos,
- Un sistema de irrigación/succión para mantener una visibilidad clara mediante la eliminación de sangre y residuos,
- Un insuflador para mantener continuamente la presión de CO₂ en el abdomen,
Un aspirador de humo, necesario al utilizar técnicas quirúrgicas para preservar la calidad de la imagen y la seguridad del equipo,
- Y, en algunos casos, un manipulador uterino para movilizar el útero y mejorar la exposición de los órganos pélvicos.
Gracias a esta combinación de miniincisiones, imágenes de alta calidad e instrumental especializado, la laparoscopia ofrece una alternativa a la cirugía abierta, permitiendo reducir el dolor postoperatorio, limitar las complicaciones y promover una recuperación más rápida.
Los criterios esenciales para una laparoscopia segura
En ginecología, el éxito y la seguridad de una laparoscopia dependen en gran medida de la calidad del instrumental utilizado. Un manipulador uterino fiable y ergonómico es esencial para asegurar la colocación precisa del útero y proporcionar al cirujano una exposición óptima de los órganos pélvicos. La calidad óptica de los laparoscopios también desempeña un papel crucial, ya que una imagen brillante y de alta definición permite una visualización precisa de los tejidos y una guía segura de los procedimientos quirúrgicos. El instrumental delgado y duradero, adaptado a técnicas específicas, permite un trabajo eficiente y minimiza el traumatismo. Por último, la ergonomía y la fiabilidad del equipo contribuyen no solo a la fluidez del procedimiento quirúrgico, sino también a la seguridad general de la intervención.